22.2.11

Aplicaciones iPhone en el campus

Cada vez son más los iPhones y iPads que pueblan las universidades, joyas electrónicas cada vez más al alcance de todos y de nosotros los jóvenes.
Veo como algo lógico, por tanto, pensar en el desarrollo de aplicaciones que hagan más sencilla la comunicación entre la universidad y el alumno, ya que ambos salen ganando.
En Suiza no se iban a quedar atrás en este aspecto por lo que han creado varias apps para iPhone que pueden descargarse gratuitamente.


BICI
Con más 4000 descargas, esta aplicación permite de consultar el estado de las estaciones velopass de Morges, Vevey, Lausanne y el campus de la UNIL-EPFL con la ayuda además de un mapa. En cada estación aparece indicado el número de bicis disponibles y el número de plazas libres. Ver en AppStore.

CAMPUSFOOD LAUSANNE
¿Qué pondrán hoy de comer en...? Todos los menús de las cafeterías de la UNIL y EPFL en esta útil aplicación. Ver en AppStore.

HEC STAGES
Esta app recoge numerosas ofertas de empleo así como stages de HEC Espace Entreprise, una asociación de estudiantes de la facultad de HEC, cuyo cometido es el de acercar al universitario con las empresas, con el mundo laboral.
Para utilizar esta aplicación hará falta hacerse una cuenta. Ver en AppStore.

JUNIOR ENTREPRISE HEC
Permite estar al corriente de la actualidad de la asociación del mismo nombre: informaciones sobre la Junior Entreprise, descripciones sobre los siguientes programas de la asociación, envío de candidaturas, manifestaciones organizadas, concursos, formularios de contacto, etc. Se trata de un servicio dirigido por y para estudiantes. Ver app.


FRÉQUENCE BANANE
La Université de Lausanne tiene su propira radio (Fréquence Banane) y está disponible en la app iPhone de Swiss Radios. Ver en AppStore.


14.2.11

Cómo hacer una fondue


Si pensáramos en Suiza una de las 5 imágenes que primero nos vendrían a la cabeza, entre esquís, navajas, relojes y Heidis sería la fondue. Como introducción necesaria, la fondue data de principios del siglo XIX y al parecer tiene su origen en el Cantón de Vaud, de donde Lausanne es la capital.
En cuanto al queso, varía en función de la zona geográfica, pero los 3 quesos más empleados son el Gruyère, el Vacherin, el Emmental y el Comté. Eso sí, el Gruyère, aunque mezclado, siempre debe estar.

Aquí dejo la receta de este delicioso plato, perfecto centro de atención entre amigos o en pareja. Es un plato para compartir, de eso no hay duda.

Para dos personas:
  • La Fondue
  • Queso (recomiendo el moitié-moitié de la Coop –8CHF–: 50% de Gruyère y 50% de Vacherin, ambos quesos de Fribourg)
  • 2 dl de vino blanco
  • Un diente de ajo
  • Maïzena o harina (15g)
  • 3 ó 4 patatas
  • Pan
  • Pepinillos (cornichons en francés)
  • Un limón
Primero cocemos las patatas. Mientras tanto, en el recipiente para la fondue, frotamos bien el diente de ajo y añadimos el queso, el vino, la maïzena/harina, unas cuantas gotsa de limón y mezclamos como locos para evitar que queden grumos.
A continuación calentamos la fondue hasta la ebullición, removiendo de cuando en cuando.
Una vez las patatas estén listas (que no queden muy blandas), las cortamos en cuadrados (que quepan en la boca por favor).
En la base de la fondue hay una pequeña sartén que deberemos rellenar con alcohol de quemar o gel que podemos comprar en la Migros.

Ojo: si se nos espesa, echamos más vino. Y si nos queda muy líquida, más maïzena/harina.

Creo que el modo de comer es reconocible por todos. Pinchamos patata, pan o pepinillo y nos inundamos de queso. Una recomendación: antes de pasar al paladar, sazonamos nuestro pincho con un poco de pimienta negra.

Bon app!


¿Quién inventó el esquí?

Pasé este segundo y soleado soleados fin de semana de febrero en Gstaad, una de las estaciones de esquí más prestigiosas de Suiza y seguramente del mundo. Destino de nombres como Sean Connery o Roman Polanski, pista de aterrizaje de la jetset y albergue de los más pudientes. Aunque sí, hay Young Hostel por estos lares.
Me pregunté entonces: "¿de dónde viene el esquí?" La respuesta puede ser más o menos lógica si contestamos: "de algún país con nieve, allá por el norte, como la zona escandinava. O por qué no los países alpinos".
Pero otra para la que no tengo respuesta es qué ocurrió para pasar de la necesidad de esquiar como medio de transporte a la de esquiar como un lujo.

De momento me quedo con un repaso gráfico de cómo, y no por qué, ha cambiado el esquí a lo largo de la historia. Para los curiosos, esta entrada de Wikipedia puede ser el inicio de un gran bucle de links a través de la historia del deporte de las nieves.


Imágenes: 1. Grabado del año 3000 AC encontrado en la actual Noruega. 2. Un soldado de la armada napoleónica en 1801. 3. Dos esquiadores en Chamonix, felices años veinte. 4. Publicidad de Gstaad, 1928. 5. Equipo de esquí de la universidad de Cambridge, 1930. 6. Años sesenta, Vermont, EEUU 7. Los horteras y coloridos años 80. También en las pistas 8. Carlos Janka, esquiador suizo, campeón olímpico en Eslalon Gigante Vancouver 2010.











10.2.11

Casita en La Gruyère





Esta entrada viene de "Un día en Gruyères"

Para llegar hasta nuestra casa en cuestión, en el pueblo de Gumefens, hay que volver a la gare de Gruyères hasta Bulle (4,5CHF) y en la misma estación, coger el autobús 336. El billete para el tren es el que tienes que enseñar el autobús ya que tiene validez para una hora y con él podrás viajar.

Gumefens es un pueblecín de unos 600 habitantes, emplazado entre le massif de Gibloux y el Lac de la Gruyère (que por cierto es artificial, y no existía hasta 1948). El chalecito queda en la misma orilla del lago, a 10 minutos andando de la parada de autobús.
Ahora llegan los momentos publicitarios, y bien merecidos: ideal para dos personas, con jardín que llega hasta el lago, terracita para unos grandes desayunos, TV con canales por doquier, equipo de sonido, iPod Dock (un puntazo), servicio para fondue y raclette (imprescindible), poêle suédoise (chimenea; con todo para encenderla)… por 80CHF la noche.


No voy a ponerlo todo que si no su web no tendría sentido: locationlagruyère.ch
La mujer, Laurance, es muy maja y si llegas en transporte público a Gumefens no dudará en recogeros en su flagrante Peugeot 807.

En Gumefens hay una minúscula tienda para hacer compras de última hora: huevos, vino, croissants para por la mañana (sólo los domingos), queso, mermelada y pan. Poco más. No hay Coop ni Migros ni en Gruyères ni en Gumefens por lo que hay que hacer una parada obligada en Bulle para llenar la despensa.
Recomiendo una excursión hacia la torre de comunicación de Swisscom. 116 metros de torre que no tienen desperdicio y a la cual se puede incluso subir y contemplar los Alpes a un lado y el Lac Léman a lo lejos. El recorrido está en el mapa: el punto A es la situación de la casa.



Ver mapa más grande

Un día en Gruyères


Tras el calvario de los exámenes, he pasado unos días–con la mejor de las compañías– en una casita al borde del Lac de la Gruyère, en el cantón de Fribourg. Con un tiempo de primavera, el sol bien alto y luciendo con orgullo. Muy poco suizo para ser febrero, así como el paisaje pobremente nevado. Pero las esquiaras ya llegarán a finales de mes.

La primera parada fue el pueblo de Gruyères, cuyo nombre sonará aunque sólo sea por el queso que da vida a la fondue. A poco más de una hora de Lausanne y por 4,40CHF, el tren de La Gruyère, una reliquia de dos vagones, te deja a los pies de la pequeña colina donde se asienta la vieja ciudad. Pueblecito, vamos a llamarlo.
Nada más salir de la gare topamos con la Maison du Gruyère, donde reposan miles de quesos. Grabé un vídeo del momento en el que la máquina se encarga de salinizar una de las enormes ruedas de queso para luego dejarla descansar durante varias semanas.

A 15 minutos andando llegamos al pueblo de Gruyères. El castillo que gobierna la colina y el museo de HR Giger, el creador de Alien, son las dos principales atracciones. Si bien el museo merece y mucho la pena, el castillo vale más en nuestras cámaras que entrando en él. Sin mucha lógica ni gusto, se suceden exposiciones de diversa índole que nada tienen que ver con la historia del castillo, prácticamente omitida.
Puedes hacer con un abono para el castillo + museo Alien por 17CHF, o pagar por separado (unos 8CHF). Hay precios para estudiante.

Por mucho que uno pueda pensar que no existen costes de transporte en el pueblo del queso suizo más famoso, comer una fondue en Gruyères sale más caro de lo que uno piensa. Precios de 35CHF por persona en Restaurant les Remparts, Hostellerie St-Georges o Hôtel de Ville Jean-Luc Dumas.
Para los que aún somos estudiantes y no nos importa el qué sino el cómo, hay un caminito que sale a mano derecha justo antes de entrar al castillo y que termina en un cementerio. A mitad de camino puedes ponerte donde sea y disfrutar de un picnic con vistas al Moléson que no tendrás en la plaza de Gruyères. Pero para gustos y bolsillos, hay colores.


Eso sí, recomiendo, para no perder la esencia, un café en cualquiera de las terrazas de la Rue du Château.

La casita en la siguiente entrada.